No, no pasa nada, es lo mismo que tragar saliva. Tanto el semen como la saliva tienen una textura y composición muy parecida. Todo esto siempre y cuando estés segura o seguro con tu compañera o compañero sexual, porque tragar semen es una de las prácticas de riesgo de contacto del sida. Luego hay muchos mitos, como el de si el semen engorda. No engorda y en cuanto a la cantidad, cuanto más excitado esté el hombre, más semen echará en su orgasmo, sobretodo si está viendo chicas desnudas
El valor energético del semen es muy parecido al de la saliva, además de una pequeñísima cantidad de fructosa y una menor cantidad de proteínas, con lo cual no se puede decir que pueda engordar. Y aunque el producto fuera altamente energético, la cantidad es tan pequeña, que no engordaría aunque fuera mantequilla. Otra de las grandes mentiras es la de que el semen es bueno para la piel, muchas chicas, cuando quieren gozar lo hacen sin preservativo y cuando el chico se va correr, le piden que lo quite y se corra en su cara, es muy erótico y se lo aplican como mascarilla.
A mi me lo contó una chica guapísima que se dedica a sexo webcam y hace encuentros en presencia, lo erótico que es disfrutar del semen.
Los antiguos pensaban que el semen era el líquido de la vida, una “sopa generadora”, y se pensaba que se podía dar vida a la piel. Pero ahora se sabe que no es ninguna “sopa generadora”, es simplemente un vehículo que ni siquiera tiene las propiedades antisépticas de la saliva. Por lo tanto, es un caldo de cultivo, todo lo contrario de lo que se cree. Lo que si es cierto es que el semen puede cambiar de sabor. Como el sabor de la saliva, cambia según la comida que uno come. Es más dulce cuando se come mucha fruta, y más ácido cuando se toma más carne.
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