tarot amor : Contando historias exitosas para audiencias femeninas

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Contando historias exitosas para audiencias femeninas
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Contando historias exitosas para audiencias femeninas

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Hoy quiero volver un poco sobre la narración de historias. He encontrado y sé que muchos de ustedes también un punto en común en las personas con capacidades persuasivas y en las personas que crean carisma, y quiero ilustrarlo con un ejemplo, que estoy seguro que a ustedes les ha sucedido en algún momento de la vida:

Imagina que estás en una reunión de tu trabajo, o de tu universidad, o simplemente una reunión con un grupo de amigos y de conocidos. De repente en esa reunión convergen algunas mujeres, entre las cuales hay algunas que despiertan en ti un interés. Ahora bien, imagina también que eres un poco tímido, o introvertido, y que eres de los que dice “es que yo necesito tener confianza con las personas para desenvolverme” o alguna excusa semejante que llevas años y años creyendo y que justifica que hables poco. En esa reunión llega un tipo, no imagines un prototipo de atractivo, pero si una persona bien vestida, con clase y sobre todo que empieza a hablar y hablar y absorber la audiencia, generando risas entre las mujeres, y la envidia de los hombres que como tú no hacen sino escuchar y escuchar. El personaje cuenta varias historias, cada una más interesante y relevante que la anterior, siempre dice cosas como “a mí me paso eso… imagínense”, “a un amigo mío le paso…”, “una vez…”, “no han escuchado que…”. En fin, historia tras historia acapara la atención del grupo y transmite un mensaje poderoso “soy una persona de mundo, he recorrido bastante, tengo experiencia y soy entretenido”, las mujeres captan ese mensaje, y a pesar de no ser el tipo más atractivo logra irse de la reunión con algunas citas concretadas, incluso aíslo a un par de ellas y las dejó listas para un próximo encuentro. Mientras tanto tú y otros como tú miraban a los toros desde la barrera.

A todos nos ha pasado eso, y después de muchas veces que me pasó decidí dejar atrás mi excusa secreta y empezar hacerme experto en contar historias, o en lo que en inglés se llama storyteller, un campo que es bastante extenso y del que puedes aprender bastante, pues está bastante cercano a la persuasión.

No nos digamos mentiras, a las mujeres les encantan los líderes, los que tienen algo que contar, los que parecen entretenidos. Puedes decir que hay mujeres para todo, a quienes les gustan los callados, pero no he conocido una sola mujer a la que le gusten los aburridos. Punto.

Entonces, ¿qué es necesario para contar historias? Partamos de una creencia útil: contar historias es una habilidad que todos podemos perfeccionar y utilizar a voluntad. Para ello es necesario tener en cuenta algunas claves:

1. Necesitas dominar la historia: El motivo de que la mayoría de historias que se cuentan sean aburridas es que no han sido bien pensadas o que el material y experiencias no son propias, al no ser propias no logran transmitir la emoción necesaria. Recuerda un punto que he enfatizado bastante en este blog: si no tocas la emoción parecerás un locutor de indicadores económicos o del clima, así de simple. Uno puede tocar la emoción cuando hablas de algo que te ha sucedido, o cuando al menos te has entrenado en contar algo que no es tuyo pero ha estudiado los diferentes matices emocionales de la historia. A veces me encuentro con personas que repiten historias de otros sólo porque cuando las escucharon les parecieron entretenidas, pero se quedan en ser una mala copia. Así que te recomiendo que si cuentas una historia tuya o ajena tengas tiempo de prepararla, incluso de contártela a ti mismo, o a un grupo de amigos de tu confianza. Es necesario probar las historias y si funcionan en público. Puede que te haya sucedido algo, pero de repente no resulta ser tan entretenido como creías.

Las mejores historias se prueban cuando suscitan respuestas emocionales en el auditorio, por ejemplo, risa (expresión de alegría), inconformidad (expresión de enfado), asco o sorpresa.

2. ¿Para qué cuentas esa historia? Siempre que cuentes algo debes tener en mente para qué la estás contando. No pocas veces las personas cuentan historias donde ellos mismos se ponen en contextos poco convenientes para la seducción, por ejemplo, engañando a alguien, burlándose de alguna etnia, o simplemente habla más de la cuenta y resultamos enterándonos de que es desorganizado, o que tiene la autoestima baja, o que sufre problemas de gases.

La reflexión es importante: ¿la historia qué está contando de mí? Y acá partimos de otro principio y es que no necesariamente la historia tiene que ser verdadera. Puede ser lo que yo llamo una “historia propaganda”, es decir un relato creado exclusivamente para tu autopromoción, para mostrar rasgos de liderazgo, de deseo asociados a ti. Por ejemplo, puedes contar esa historia de cómo dos amigas tuyas te invitaron a la misma fiesta y no sabías por cual decidirte, pues sabías que le gustabas a ambas, y cómo te las arreglaste para llevar a una a esa fiesta, y a la otra a otra fiesta esa misma esa misma noche en la tarde.

3. A veces es bueno ser interrumpido: Algunos son demasiado evidentes en su deseo de contar historias o hablar por llamar la atención. Tú no seas así. Ellos se irritan cuando alguien los interrumpe, y se esfuerzan en decir cosas como “ya casi termino”, o “déjenme terminar”, pues bien, si cuentas una historia que resulta interesante tu público pedirá que la termines, y callarán a aquel que desee interrumpirte. Ahora bien, esto no debe significar que te dejes atropellar por otros que, celosos por tu liderazgo, o deseosos de hablar, te interrumpan, cuando notas hostilidad puedes emplear una táctica de mageo interesante y es decirles: “no te preocupes, ya te dejo hablar que veo que están que te salen letreritos”, y con este simple comentario logras transmitir dos cosas: al decir “ya te dejo hablar” muestras que tú tienes el poder de conceder la palabra, y luego muestras que quizá tiene demasiadas ganas de hablar.

4. Acompaña todo de una buena historia: Hace un tiempo, cuando me entrenaba como conferencista aprendí algo muy importante, y es que los conceptos difíciles o quizá aquellos que son demasiado teóricos si se explican con historias se entienden mucho más fácil. Ahora es para mí un reto personal siempre buscar historias que se apliquen a cualquier circunstancia, una vez inicias el hábito mental ya es simplemente un vicio seguirlo, te lo garantizo.

5. Acompaña tu historia con gestos grandielocuentes y maneja la mirada: Lo importante es que además de las palabras acompañes lo que cuentas con gestos, abre ampliamente los brazos y dedícate a manejar la mirada. Cuanto cuentas una historia estás en tu momento, ¡aprovechalo! Es necesario que des especial atención a todos, especialmente dedica tiempo a mirar fijamente a las mujeres del grupo, y luego retira la vista para irte hacia otra persona del grupo, no puede parecer que cuentas algo especialmente para alguien, todos tienen que sentirse partícipe, si quieres puedes ignorar a algunos hombres, pero no ignores jamás a las mujeres y sostén la mirada.

Algunos me dicen que simplemente son cortos de palabras o que no se les ocurre qué decir o sus historias son de apenas segundos. Pues bien, quiero decirles que a mí me pasaba exactamente lo mismo y para ello empecé a practicar dos estrategias: la primera fue leer novelas, y descubrir cómo en ellas era muy impactante el uso de adjetivos, para describir cosas, podrías imaginarte el olor de muchas cosas al leer “el perfume”, o podías imaginarte el campo de batalla de Alejandro Magno al leer “Alexandros”. Lo segundo que hice fue empezar a despertar mi imaginación, veía una foto y empezaba a fijarme en los detalles, a fijarme quizás en personas que estaban en segundo plano, a describir colores, texturas, posiciones, todo ello me ha ayudado a construir mis historias con riqueza de detalles.

¿Por qué son importantes los detalles en las historias? Porque recrearán en la mente de tu audiencia las historias que estás contando. Cuando cuentas una historia poderosa ejerces un poder hipnótico sobre las personas, ellas se pierden un momento y su imaginación vuela hasta el sitio donde las quieres llevar, entre más detalles existan más su mente podrá volar, si no lo consigues es cuando las personas se desconectan de lo que cuentas, simplemente te observan hablar como un loco y piensan en otras cosas diferentes. En ese punto has fracasado. Esto mismo es un tip interesante si deseas hacer imágenes sugestivas ante un público femenino, por ello los temas sexuales pueden ser frecuentes entre tus historias, aunque es un tema que debe ser manejado bajo el principio de escases, pues si hablas mucho del tema tu público descubrirá que quizá tu intención es presumir.

Recuerda que debes proveer fantasías entre tu público para que deseen estar contigo. Y esa también es una estrategia estupenda si deseas quitarte de encima algún prejuicio de que eres un tipo bueno.

No pienses que el propósito principal de una historia es hacer reír. El propósito fundamental de una historia es cautivar la emoción. Puede ser una historia muy triste, puede ser una historia muy feliz, puede ser una historia con desenlace sorpresivo, puede ser una historia de miedo y de espantos, si buscas que la historia sea un chiste pocas veces lo lograrás a menos que su diseño haya sido exhaustivo. La historia tiene que ser intrigante y recuerda que a las mujeres no les gustan los que se las van de humoristas, payasos, chistositos y demás.

Dos clases de historia son especialmente llamativas al público femenino: las historias del corazón, de romances, corazones rotos, y etc, y las historias de miedo, de suspenso, o que hablen de supersticiones, como fantasmas, tarot, astrología, etc y etc. No deseo generalizar ni mucho menos, pero he encontrado que las mujeres son cautivadas por misterios y supersticiones, y eso es algo que puedes utilizar en la composición de tus historias.

Por último, resumiré tres cosas que pueden ayudarte a tener éxito en tus historias con auditorios femeninos:

1. Las mujeres son altamente emocionales: pregúntate siempre ¿qué emociones despierta lo que estoy contando?

2. Las mujeres son instintivas, su lectura de las emociones y del lenguaje corporal resulta ser mucho más aguda que la de nosotros los hombres, así que tienes que mostrar seguridad desde el primer instante y aprovechar tu momento de fama al tener que hablar.

3. Las mujeres desean un líder que las lleve por lugares emocionantes y diferentes. No te engañes porque a veces sientas que una mujer se muestra dominante, lo que en realidad desea es tener un líder lo suficientemente puesto en su sitio que la lleve de la mano como si fuera una niña. Entre más dominante sea ella más lo debes ser tú. La pregunta es ¿estoy usando un lenguaje corporal, un tono y volumen de voz que muestra rasgos masculinos?”

4. Las mujeres desean sentirse inteligentes (sí… sí, también los hombres), el punto es que nunca debes subestimar la inteligencia de tu audiencia, y aunque a veces bromees con su ingenuidad debes hacerles ver que tu las consideras inteligentes.

5. Las mujeres desean imaginar cosas. Recuerda que debes dar detalles, colores, personas, nombres, si era de día, o de noche, si la luna estaba llena o menguante. Con eso lograrás captar su atención.

Y no, no te preocupes, yo se que a ti te gustan también las mujeres entretenidas, así que no te sientas tan presionado a entretener, ellas piensan exactamente lo mismo. ¿O es que a nosotros si nos gustan las mujeres aburridas? Para nada. Ahora te dejo como tarea ser más agudo en observar las interacciones sociales y en ver cómo las personas se esfuerzan para decir cosas de sí mismas, para presentarse y para captar la atención. Verás que resulta ser algo muy entretenido.

Que comience la cacería!

Hasta la próxima!


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